domingo, 11 de septiembre de 2011

Transformación de los alimentos

Conociendo que los alimentos pueden ser divididos según su contenido en substratos, surge que podamos clasificarlos según la función que aportan al organismo. Las funciones u objetivos principales de la alimentación es el aporte energético, el plástico el regulador y el de reserva.
De los alimentos obtenemos los materiales necesarios para el crecimiento, la reparación y la energía. Las células de nuestro cuerpo requieren de los nutrientes y las sustancias reguladoras contenidas en los alimentos, pero en forma soluble en los líquidos de los tejidos. Pero, los alimentos que comemos son sustancias complejas, con frecuencia insolubles. Por tanto, el problema que se le presenta al cuerpo con sus comidas es hacer que los nutrientes y las sustancias reguladoras sean moléculas más pequeñas y solubles para que puedan atravesar las membranas de las células, primero del sistema digestivo. Este proceso recibe el nombre de digestión y es la función que desempeña el sistema digestivo.


La digestión es el proceso de transformación de los alimentos, previamente ingeridos, en sustancias más sencillas para ser absorbidos. La digestión ocurre tanto en los organismos pluricelulares como en las células, como a nivel subcelular. En este proceso participan diferentes tipos de enzimas. El aparato digestivo es muy importante en la digestión ya que los organismos heterótrofos dependen de fuentes externas de materias primas y energía para crecimiento, mantenimiento y funcionamiento. El alimento se emplea para generar y reparar tejidos y obtención de energía.

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